BRUXISMO Y PSICOANÁLISIS
A veces estamos “enfrascados “en una tarea que nos demanda mucha atención o bien torturándonos con las exigencias de nuestro angelito de la guarda y de pronto notamos que estamos fatigados, que nos duelen todos los dientes, los músculos de la mandíbula, del cuello, nos cuesta girar la cabeza y hasta nos duele “el pelo”, solemos comentar. A veces, no caemos en la cuenta, que hemos estado apretando los dientes.
Si pudiéramos darnos una idea de la fuerza que pueden llegar a ejercer los músculos, sobre todo los de la masticación, entenderíamos que puedan incidir muy notablemente sobre los huesos a los que traccionan, sobre la dirección de sus trabéculas óseas, sobre los desplazamientos o rotaciones que producen asimetrías, sobre la compresión de nervios y de vasos sanguíneos o linfáticos que dificultan el riego sanguíneo y por ende el acúmulo de sustancias tóxicas para los tejidos, sobre músculos que se fibrosan o sobre los ligamentos que cambian su estructura, se induran o calcifican y duelen.
Estas fuerzas sobre el o los dientes, producen desgaste del esmalte y contribuyen a la movilidad de los dientes, por sobrecarga sobre el tejido de sostén de los mismos.
El músculo más potente del cuerpo es un músculo de la masticación, que puede ejercer una fuerza de 400 Kg por cm2.
El apretamiento puede ser diurno o nocturno, durante el día podríamos controlar el hábito haciéndolo consciente, y mandándonos a relajar la mandíbula pero durante la noche no podemos controlar el hábito y hasta nos dirán que hacemos ruido con los dientes. Más de una vez nos despertaremos con fuertes molestias sin llegar a tener conciencia de lo que nos despierta, que suele ser el dolor.
Muchas veces el paciente no sabe que bruxa pero se levanta con sensibilidad o molestia en un diente o grupo de dientes o en alguno de los músculos que intervienen en la masticación, ya sean coadyudantes (esternocleidomastoideo, trapecios, occipital…), o masticatorios (masetero, pterigoideos, temporal…).
Esta patología se asocia frecuentemente a la presencia de una maloclusión y estrés emocional o conflictos afectivos.
Bruxar no puede por tanto ser algo normal aunque sea muy frecuente. El 95% de la enfermedad de la articulación se debe a un problema miofuncional o mejor dicho miofascial que termina lesionando la articulación.
Mucha gente no sabe que tiene bruxismo porque el apretar y rechinar de dientes lo hacemos de manera inconsciente y generalmente lo hacemos por la noche mientras dormimos aunque también hay quienes lo hacen de día, pero aun así, lo hacemos de manera inconsciente y no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo hasta después de algún tiempo, cuando ya tenemos alguna consecuencia, como la que me pasó a mi que me disloqué la mandibula de tan fuerte que apretaba mis dientes mientras dormía, a mi me pasó esto, pero se que existen otros síntomas como es el desgaste o la sensibilidad en los dientes, también hay gente que se muerde y se lastima la parte interna de la mejilla, otras personas padecen de dolores de cabeza o dolor de oídos y también hay quienes tienen alteraciones en el sueño. Visita Fisioterapia en Madrid para realizar un tratamiento acorde.
El bruxismo es un fenómeno de salud extendido, pero también desatendido.
A pesar de su alta prevalencia en el mundo, existen vacíos que apuntan hacia el diagnóstico y tratamiento terapéutico debido a su carácter multifactorial, el cual debe ser valorado por el profesional, para poder elegir el método más adecuado para los pacientes que padecen de esta afección; siempre es importante considerar a cada ser humano como una unidad indisoluble que posee individualidades con respecto al resto.
Tal vez la primera referencia al bruxismo se encuentra en los textos del Antiguo Testamento cuando se habla de crujir los dientes en relación con los castigos eternos.
El bruxismo es considerado, dentro de las alteraciones parafucionales, el más prevalente, complejo y destructivo de los desórdenes orofaciales que según los datos de la organización de bruxismo en los Estados Unidos, este hábito afecta al 10 % de la población y se presenta tanto en niños como en adultos
¿Qué es lo que desencadena el bruxismo?
Hay dos causas claras, una es una mala oclusión (llamamos maloclusión cuando hay desarmonía entre la posición de la articulación y la relación de ésta con las arcadas dentarias). El mal contacto dentario desencadenaría el proceso de frotar los dientes como si fuera posible desgastar ese contacto. Pero también hay un componente emocional que disparan las emociones.
Emociones y sentimientos que no pueden ser conscientes porque no son aceptados por nosotros mismos, por vergüenza o miedo y derivan a la motilidad estimulando las trasmisiones nerviosas que actúan aumentando la tensión de grupos musculares, que tienen que ver con la expresión de algún sentimiento.
Sentimientos relacionados generalmente con la agresividad o el odio no manifestado.
El caminar es automático no pensamos que caminamos pero lo podemos hacer consciente si reparamos en ello, pero los afectos no los podemos controlar. ¿Quien puede evitar ponerse rojo de vergüenza o apretar los dientes para no hablar o no pegarle a la persona que nos ha molestado demás? En lugar de hablar apretamos los dientes, que es una manera de triturar al enemigo pero cuidado, porque nos estamos triturando nosotros mismos.
Desde que Hans Selye introdujo en el ámbito de la salud el término estrés, en 1926, este se ha convertido en uno de los más utilizados, tanto por los profesionales de las distintas ciencias de la salud como en el lenguaje popular.(3,4)
Las primeras investigaciones sistémicas sobre los efectos del estrés fueron realizadas por Walter Cannon, en 1929, a partir de su observación acerca de los cambios corporales relacionados con el dolor, el hambre y las principales emociones.
El estrés o stress en medicina, es definido como el proceso físico, químico o emocional que produce una tensión capaz de llevar a la enfermedad física. Las perspectivas del estudio del estrés como factor de riesgo psicológico para las enfermedades, dependerán del avance en el desarrollo de modelos conceptuales, en el que este fenómeno puede ser mejor comprendido.
El estrés es entendido como un estado psíquico caracterizado por una tensión nerviosa violenta y largamente mantenida, y que se acompaña de un grado de ansiedad importante de modalidades del comportamiento determinadas por variables psicológicas y sociales, se clasifica en: a) estrés psicológico: producido por estímulos emocionales o preceptúales, pérdida de afecto, seguridad, situaciones amenazantes desde el punto de vista físico y moral; b) estrés social: restricciones culturales, cambios de valores, migraciones; c) estrés económico: restricciones económicas, desempleos; d) estrés fisiológico: producido por agresiones químicas, bacterias, virus y e) estrés psicosocial: determinado por el grado que sea percibido por una persona o la vulnerabilidad de la persona y su capacidad para adaptarse y enfrentar el estimulo estresante.
El estrés está considerado como uno de los principales factores de riesgo a controlar, que se relaciona con el inicio y desarrollo de diversas enfermedades y causas de mortalidad, que afectan el bienestar y la calidad de vida de las personas.
Los tratamientos que se han demostrado como eficaces y que se complementan en el tratamiento local de esta patología son: Férulas oclusales, realizadas con toma de arco facial, no con una simple cera de mordida. La prescripción la hace el dentista y son especiales para cada caso y el otro tratamiento que recomendamos es: Fisioterapia manual trabajando sobre estos músculos y sus fascias. Ambos se complementan y estabilizan la situación.
Conseguida esta oclusión, las tensiones sobre la articulación disminuirán y las articulaciones irán desinflamándose y relajándose la musculatura, lo que modificará la posición condilar y nos obligará a ir realizando diferentes ajustes sobre el acrílico hasta encontrar estabilidad al remitir por completo la inflamación. Serán necesarios ajustes posteriores por el desgaste que sufrirá el acrílico con el paso del tiempo, al estar sometido en bruxistas a grandes presiones. Pero los síntomas ya habrán desaparecido, sólo con llevar la placa mientras duerme.
En cuanto a las emociones o afectos inconscientes sólo podemos modificarlos si podemos conocerlos y la única forma de conocerlos es si nos psicoanalizamos ya que nosotros seríamos los primeros en oponernos a su emergencia conciente.
Interpretar el sentido del síntoma es tarea de los psicoanalistas.
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FUENTES:
http://www.extensionuniversitaria.com/num84/pg1.htm
http://www.extensionuniversitaria.com/num80/pg1.htm
https://www.redalyc.org/jatsRepo/3786/378660687004/html/index.html