ACERCA DEL PROCESO TERAPÉUTICO
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ACERCA DEL PROCESO TERAPÉUTICO
¿Cómo empezar una terapia psicoanalítica?
Uno de los elementos fundamentales en el desarrollo de la terapia psicoanalítica es el establecimiento del contrato terapéutico y la relación terapéutica, acordando la frecuencia de las sesiones y el compromiso económico que el paciente debe asumir.
Cada proceso terapéutico es único, particular y personalizado, pero hay reglas fundamentales que permiten el desarrollo o no del proceso analítico. En este sentido el terapeuta debe ser firme e indicar al paciente la importancia de respetar y seguir las indicaciones del terapeuta para que pueda desarrollarse con éxito el proceso.
En este particular proceso que se inicia nos encontramos con dos funciones o agentes diferenciados, el paciente, que viene a realizar un proceso de transformación personal y curación de síntomas, el psicoanalista, que guiado por la Teoría del Inconsciente, utilizará la técnica de la asociación libre y la transferencia para interpretar los deseos inconscientes que llevan al paciente al momento vital, padecimiento, visión desde donde interpreta la realidad y sus relaciones con los demás.
Es curioso que cuando usamos la palabra paciente uno puede llegar a relacionarlo con enfermo, enfermedad, sufrimiento, posición de desventaja, etc. Nosotros hablamos de paciente a aquella persona que viene a producir su psicoanálisis, el que viene a analizarse, a construir su proceso de autoconocimiento y transformación.
Para psicoanalizarse no hace falta estar enfermo.
Se confrontan también dos partes de nuestro funcionamiento mental, la consciencia, lo que conocemos y sentimos, lo que es perceptible en nosotros, lo que creemos sabe de lo que nos pasa, lo inconsciente, lo que determina, lo que decide, lo que desea en nosotros sin saber porque aparece en la conciencia de forma disfrazada, irreconocible, por tanto, imposible conocer desde la conciencia.
El proceso psicoanalítico se propone, entre otras cosas, producir ese tiempo de trabajo personal para redimensionar los pensamientos, creencias y emociones que padecemos y nos dañan, porque el principal descubrimiento del psicoanálisis es que padecemos conflictos porque hay una parte de nosotros que quiere una cosa, que manifiesta unas tendencias y, otra parte, que no quiere que esas tendencias alcancen su fin. Nuestra tarea es disminuir ese conflicto, darle una salida a esa energía vital detenida en nosotros y que nos hace vivir “engañados”.
Cualquier persona que lo desee puede comenzar su psicoanálisis.
Recomendación para los “pacientes en prácticas”, paciencia, confianza en el terapeuta, hablar de todo aquello que te perturbe o inquiete, poner en pausa todas decisiones que impulsivamente acuden a tu mente, trabajar en las sesiones y reenfocar con nuevas perspectivas para conseguir metas más reales y satisfactorias. Se trata de vivir tu propia vida, no puede parecerse a nada previamente vivido.