¿Cómo se produce el inconsciente?
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¿Cómo se produce el inconsciente?
PRODUCCIÓN DEL INCONSCIENTE, apuntes del capítulo del libro Freud y Lacan – hablados – 1 de Miguel Oscar Menassa.
El inconsciente no está en ningún lugar, que no lo tiene nadie y que nadie se puede ir a pasear con el inconsciente, para existir debe ser producido en el contexto y el trabajo del campo de lo que se llamaban los fenómenos psíquicos y producido cada vez que con este objeto de conocimiento queremos transformar la realidad de la cual da cuenta. Tendrá que volverse a producir el inconsciente en la dimensión del diálogo.
La práctica científica está regulada desde la teoría y puede ordenar, controlar y prever las variaciones que ofrece el campo en que opera.
La producción científica, surgida del campo de la ideología, por ser efecto de un trabajo realizado, por ser producto de materia prima transformada, ya nada tiene que ver con los instrumentos que se utilizaron, ni con la materia prima con la cual se trabajó.
El psicoanálisis opera una ruptura cuyo efecto es la teoría del inconsciente. Rompe con la consciencia como el centro de la vida psíquica.
En 1895, Freud suponía que el inconsciente, palabra que ya nombraba pero que todavía no era un concepto, era una parte de la conciencia y nisiquiera extraña a ella. Al final de los Historiales de la Histeria, Freud transforma este pensamiento y llega a decir que el inconsciente es una parte extraña de la conciencia, un cuerpo extraño, pero todavía no llegó a La Interpretación de los Sueños. Es en ese texto, en 1900, donde se opera la ruptura epistemológica.
En el Proyecto de una psicología, Freud intenta —sin poderlo— construir una teoría científica. Y digo sin poderlo porque el aparato psíquico que produce en este escrito es un aparato psíquico que está ligado a lo biológico. Después de 1900 el cuerpo es el escenario donde acontece el aparato psíquico que tiene sus leyes propias.
Cuando nos enfrentamos a una teoría, se nos generan dos problemáticas: una de ellas saber si esa teoría es científica. La otra, de qué modo o de qué instrumentos me voy a valer para dictaminar si esa teoría es científica o no.
Antes de la producción de las Matemáticas, antes de la producción de los números naturales, el hombre vivía sin símbolos y el único símbolo posible de ser producido era Dios. El hombre vivía en un círculo religioso imaginario.
El mundo de las Matemáticas irrumpe en la vida del hombre llevándolo a una posición diferente, algunos hasta dicen más humano. Donde ahora existen dos posibilidades: el símbolo puede ser Dios, pero también puede ser un número natural. Este forma parte como inconsciente de todas las producciones científicas que acontecen después de las Matemáticas.
Sin el vacío formal de las magnitudes geométricas, no hubiese sido posible la fórmula de la velocidad. Si no hubiese sido posible la fórmula de la velocidad, no se hubiera podido construir la máquina herramienta y sin máquina herramienta, hubiese sido imposible el capitalismo.
Hemos dicho que el inconsciente hay que producirlo. Freud, cuando comienza a trabajar en La Interpretación de los Sueños dice, la materia prima no ha de ser el sueño soñado, no ha de ser el sueño real, el sueño vivido. Nuestro nivel de objetividad será el sueño contado, es decir, será verdaderamente una materia prima, el sueño contado ya necesitó un pequeño trabajo de elaboración para ser contado.
Nuevo nivel de objetividad, porque con los elementos que me ofrecían las epistemologías empiristas, no podía determinarlo como objeto, en tanto jamás podía saber si concordaba o no concordaba con la realidad.
Las características de estas ciencias actuales, ciencias conjeturales, permiten esto que no permitía el empirismo, ese nuevo nivel de objetividad.
Un fragmento, un trozo discurso va a ser trabajado por Freud con tres instrumentos:
- El principio de constancia, la filosofía que se desprende del principio físico de constancia.
- La concepción filosófica de manifiesto y latente, todo lo que pase por el ojo del observador se divide automáticamente, en manifiesto y latente.
- Y el concepto de campo. Los procesos inconscientes acontecen en el aparato psíquico. Toma del Proyecto de una psicología la noción de un aparato que tiene como mínimo dos instancias y una censura entre ambas.
Hablar, soñar y no interrumpir, son peculiaridades de toda relación psicoanalítica que pone en juego el objeto de conocimiento inconsciente; él habla, sueña, y todo esto lo hace sin interrupciones. Es precisamente en este punto donde, en la construcción del objeto inconsciente, se produce el concepto de transferencia.
Para Miguel Oscar Menassa, ni una sola de las instituciones psicoanalíticas que conozco ha dejado entrar en su seno el concepto inconsciente, en tanto la distribución y el uso de la economía y de los afectos, siguen siendo en las corporaciones psicoanalíticas, exactamente, igual que en cualquier otro tipo de institución. Este parentesco se debe al cogito cartesiano que, paradojalmente, es lo que el psicoanálisis viene a subvertir.
Se llegó a creer que el sujeto está asociando, podía llegar a su inconsciente, podría llegar a enunciar contenidos inconscientes. Cuando Freud dice claramente en su primera tesis en el capítulo de “Método de la Interpretación Onírica” que el sueño tiene sentido, pero tiene sentido si se lo interpreta científicamente con el método psicoanalítico.
Para Freud, en la conciencia nunca podría acontecer la verdad, por eso que pone en cuestión precisamente a todo aquel que piensa donde es, porque el pensamiento inconsciente acontece donde el sujeto no es, en el inconsciente.
Los conceptos reguladores de la práctica técnica son la asociación libre y la transferencia. Recién ahora con esta triple articulación de objeto, método y técnica, donde todo es un complejo articulado de nociones y conceptos, comienza la práctica técnica, es decir, comienza la probabilidad de acceder al objeto real: el inconsciente de fulano de tal. Sin objeto de conocimiento, sin método que se desprende del objeto y sin una técnica que se genera en la materialidad del método, acceder al objeto real es imposible.
Una vez producido el objeto de conocimiento, tampoco tenemos el inconsciente, porque ahora cuando nos encontramos en la situación del diálogo, tendrá que volverse a producir y ¿qué será del inconsciente, el tan famoso inconsciente que se produce en las relaciones psicoanalíticas? Será el diálogo que sean capaces de establecer el paciente y el psicoanalista.
Hay hasta hoy la imposibilidad de alterar el descubrimiento. Ni el mismo corte teórico que Freud produce en su obra con su segunda tópica altera el descubrimiento. Porque es verdad que la formulación del año
1923 en El Yo y el Ello, propone un aparato psíquico que ahora tiene relaciones más complejas que el de 1900, pero el inconsciente de 1900 no piensa, no calcula, y sólo le interesa transformar, y el inconsciente de 1923 no piensa, no calcula y sólo le interesa transformar. Es un inconsciente que transforma, sustituye, muta la realidad por la realidad psíquica.