Entrevista a la psicoanalista Helena Trujillo

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Entrevista a la psicoanalista Helena Trujillo
LOS JÓVENES PREGUNTAN
¿Cómo llegó a ser psicoanalista (qué carrera estudió, qué le hizo dedicarse al psicoanálisis…)?
Soy Helena Trujillo, psicóloga y psicoanalista de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero. Ejerzo mi actividad profesional desde la finalización de mis estudios universitarios en febrero del año 2000, abrí mi propia consulta y desde entonces vengo ejerciendo la actividad clínica.
Comencé mi psicoanálisis a edad temprana, a los 16 años y continúo desde entonces ininterrumpidamente. En el proceso he pasado por la consulta de tres psicoanalistas. En esa edad temprana surgió mi deseo de poder estudiar para desarrollar esa profesión que tanto me llamaba la atención y, siguiendo las indicaciones, comencé mis estudios universitarios en Psicología y, también, mis primeros seminarios de formación psicoanalítica en la Escuela Grupo Cero. La formación psicoanalítica no es una formación oficial, reglada, se estudia de forma continua en escuelas psicoanalíticas, estudiando los textos freudianos, participando en grupos de estudios, grupos de supervisión, integrándote en el funcionamiento de la escuela y la cadena de formación con otros psicoanalistas. Desde 1997 sigo mi formación de forma permanente en la Escuela Grupo Cero, actualmente soy profesora del Seminario Sigmund Freud donde desarrollo labores docentes.

Introdúzcanos en el psicoanálisis, si es posible:
El Psicoanálisis se corresponde a un nuevo campo dentro del campo de las ciencias que abarca el estudio de lo inconsciente reprimido, su iniciador fue el Dr. Sigmund Freud, médico que se consagró al tratamiento y estudio de las afecciones psíquicas y desarrolló una articulación teórica que da cuenta del funcionamiento del aparato psíquico y de un método capaz de permitirnos interpretar sus productos (sueños, síntomas, actos fallidos, olvidos,…). La obra escrita que se considera iniciadora de la Teoría del Inconsciente es La interpretación de los sueños, publicada en el año 1900 y con la que Freud expone el funcionamiento de ese aparato psíquico, hasta ahora desconocido y sin explicación científica, y lo hace a través de los sueños, un producto psíquico normal, es decir, no patológico, al que va a aplicar el método de interpretación psicoanalítica.
Por primera vez en la historia, se describen los procesos inconscientes reprimidos, se da cuenta de la influencia del desarrollo sexual en los procesos psíquicos que conocemos, pero de los que desconocíamos su etiología y su sentido. A través del método de interpretación psicoanalítica Freud descubre que los sueños, así como los olvidos, los síntomas, los lapsus, tienen sentido, y ese sentido se nos revela, después del proceso de interpretación psicoanalítica, como la expresión de un deseo sexual infantil reprimido.
La aplicación de estos conocimientos y de ese método a los procesos terapéuticos ha permitido confirmar la validez de los descubrimientos de Freud y es así porque se producen transformaciones en los pacientes, los síntomas patológicos desaparecen, es decir, una vez que hay levantamiento de la represión, el rechazo que el paciente ofrece al conocimiento de tales deseos en sí mismo, se hace innecesaria esa manifestación que muestra la existencia del deseo y, también, su rechazo.
¿Le parece efectiva la terapia psicoanalítica?
El ser humano cuando avanza más allá de la satisfacción de sus necesidades de supervivencia, se encuentra con el campo del deseo, qué quiero, qué me gustaría, qué necesitaría para ser o sentirme feliz, por las características de nuestra especie no somos seres individuales, capaces de desenvolvernos en el medio en soledad, precisamos ya desde nuestro nacimiento de la asistencia de otras personas, en un primer momento para sobrevivir, luego para satisfacer necesidades del orden afectivo y del orden de la realización personal. El ser humano es eminentemente social. Cuando enfermamos, y estamos hablando del terreno psíquico, por tanto de enfermedades producidas en el curso de nuestro desarrollo vital (trastornos en la relación con la realidad), hay que decir que enfermamos nosotros, pero es una enfermedad social, porque lo que enferma es nuestra capacidad de gestionar nuestra relación con los otros, las enfermedades psíquicas se nos muestran como un apartamiento de la realidad y, por tanto, un apartamiento de la energía psíquica que tendría que ser puesta en objetos exteriores, se retrotae a la fantasía.
El psicoanálisis no es un método terapéutico, es una teoría que explica cómo se constituye el aparato psíquico, cómo funciona, cómo se expresa y que precisa, por las condiciones del mismo, de un método interpretativo, es decir, el inconsciente no está en ningún lugar, no es algo material, concreto. El inconsciente es un concepto, es algo abstracto, se va a producir por la interpretación, pero nunca existió, se le hace existir cuando se hace el trabajo de conocerlo. Por cómo pudo conocerse las características de este aparato, a través de los tratamientos con pacientes neuróticos, podemos decir que el psicoanálisis viene asociado a ese beneficio del proceso. Alguien que se somete al psicoanálisis va a dejar de presentar síntomas psicopatológicos, porque, de alguna manera, el psicoanálisis nos enseña a hablar, nos permite hablar de aquello que no sabíamos de nosotros mismos, que no teníamos palabras y que, además, no queríamos saber porque nos generaba displacer. Cuando nos psicoanalizamos tenemos que adoptar otra actitud frente a nuestros actos, frente a nuestras palabras, frente a lo que mostramos al psicoanalista, todo va a ser puesto en relación con la expresión de nuestros deseos inconscientes reprimidos y eso produce efectos terapéuticos. Por ello, como beneficio secundario del proceso de autoconocimiento, el psicoanálisis cura, permite que esa energía aparatada de la realidad y puesta en la fantasía, sea reintegrada al uso social y por ello hay desarrollo en el sujeto, puede lo que antes no podía.

¿Cuál es, más o menos, la extensión de la terapia psicoanalítica?¿Cuándo se da por concluida?
Un psicoanálisis no termina nunca, es un método de autoconocimiento y autotransformación, por lo tanto, mientras haya un sujeto que hable, puede haber interpretación psicoanalítica. Otra cosa es que esa persona se preste al proceso, eso ya depende de la voluntad de cada uno y de la fuente motivadora del proceso, si vino a curar sus síntomas, eso se hace pronto. Psicoanalizarse es una reelaboración permanente de la vida.
Generalmente, se inicia el proceso psicoanalítico por un sufrimiento en el paciente, viene aquejado por sus síntomas, por la frustración, cuando en el proceso puede lo que antes no podía, el paciente puede dar por terminada la relación terapéutica, pero eso no quiere decir que haya concluido su psicoanálisis.
¿Cuál cree que fue el efecto de Sigmund Freud en la psicología, como fundador del psicoanálisis?
Pues el efecto de Freud sobre la Psicología y la cultura ha sido inmenso, podemos decir que “levanta pasiones”. Freud es uno de los autores más citados en textos de psicología, su obra La interpretación de los sueños es uno de sus textos más citados y que más curiosidad ha despertado, y eso que la mayoría desconoce que es el texto inaugural de esta nueva ciencia, el Psicoanálisis.
Podemos decir que Freud, como antes lo hicieron Darwin o Copérnico, produjo un punto de ruptura en el campo de las ciencias, hay un antes y un después. Antes del Psicoanálisis la mente era la caja negra, no había explicación etiológica de los procesos mentales, por qué se producían, a qué procesos correspondían… no había una teoría que pudiera explicarlo. A partir de La interpretación de los sueños, contamos con un método de conocimiento para poder acceder al inconsciente reprimido que permitió, gracias al trabajo con pacientes y la integración de ciertos conceptos de otras ciencias, producir un andamiaje teórico que dio cuenta de los procesos normales de nuestro psiquismo, así como explicar la etiología y el sentido de los procesos psicopatológicos. Ya no hubo más caja negra, ahora hay un aparato psíquico con leyes de funcionamiento y un método que permite interpretar y reconstruir los procesos.
¿Cuál es la obra que más le haya hecho reflexionar sobre el psicoanálisis?
No puedo hablar de una en concreto, cada vez que te entregas a la tarea de lectura, en el caso de los trabajos de Freud o las publicaciones de Miguel Oscar Menassa, mi maestro, director y fundador de la Escuela Grupo Cero, es un maestro que te habla. Con paso firme, pero con humildad, son escritores que muestran en su obra un camino de vida, de investigación que comparten para que podamos seguir caminando a partir de su legado. Leerles es un viaje, siempre y cuando uno esté dispuesto a cuestionar su comoddad, sus ideas establecidas, su manera de entender las cosas. Cuando uno decide el camino de una ciencia, hay leyes, no es de cualquier manera, no puedo tomar lo que me gusta o me agrada y despreciar lo demás. Tienes que cuestionarte y someterte a la enseñanza para poder participar de este territorio tan único y particular. La interpretación de los sueños, El malestar en la cultura, de Freud, o Freud y Lacan -hablados-1 de Menassa, son textos que te sitúan, esto es el territorio del Psicoanálisis.
¿Qué autores y qué marcos teóricos considera que han influido más en su formación y en su práctica como psicoanalista? ¿A quiénes considera sus maestros?
Está incluída la respuesta en la anterior, además hay que sumar a Carl Marx, aunque no haya estudiado con tanta permanencia su obra, nos otorga elementos muy importantes para entender el sistema social en el que vivimos y la sobredeterminación económica. Los poetas como Federico García Lorca, Césare Pavese, Vicente Aleixandre, Germán Pardo García, el novelista Fiódor Dostoyevski o William Faulkner… muchos que me van mostrando cómo abrir el pensamiento a infinitas posibilidades, lo que permite un mejor desarrollo de la escucha analítica.

¿Cuáles son los tipos de pacientes a los que atiende?
Todo el mundo es psicoanalizable, pero nadie puede ser obligado a ello. El paciente debe hablar y debe seguir la regla técnica de la asociación libre, no es hablar de cualquier manera. En general a mi consulta, en estos 22 años de carrera profesional, ha venido una amplia variedad de persona, mayor éxito terapéutico he conseguido en personas verdaderamente comprometidas con el proceso, personas que no se dejan abasallar por un excesivo amor a sí mismos o una imperiorsa furia de rapidez y racionalidad. El psicoanálisis no tiene nada que ver con racionalizar, ni con dar consejos, ni con dirigir a las personas. En psicoanálisis uno va a ir cuestionándose a sí mismo y hallando respuestas que le permitirán nuevas maneras de hablar, de pensar, de relacionarse. Precisamente en mi consulta han concurrido personas de todas las edades, los trastornos más frecuentes que encuentro en la consulta pueden enmarcarse en neurosis obsesiva, histerias y melancolías. Muchos pacientes siguen en análisis desde hace años, otros mantienen el contacto de forma periódica o me siguen por las redes, es decir, pueden retomar en cualquier momento.
¿Cree que el psicoanálisis ayuda a los adolescentes tanto como a los adultos?
Por supuesto, al adolescente porque no se mete con su vida, le deja vivir y hablar de lo que quiera. El joven se encuentra con un espacio para poder ser escuchado. Las crisis juveniles son frecuentes y muchas veces mal abordadas, manteniendo al sujeto encerrado en su conflicto hasta la vida adulta. La dificultad es que los padres tienen que colaborar para pagar el tratamiento y eso, a veces, no se consigue, los propios padres toman con hostilidad ese espacio no familiar.
A los adultos claro que les ayuda, es el periódo de más desarrollo de las patologías mentales, donde se producen las decisiones más importantes en la vida de una persona y donde se expresan patologías orgánicas de carácter crónico o mortal. El psicoanálisis es necesario para los adultos, recomendable para atender la salud mental y educar a la población en la necesidad de considerar la doble alteridad de nuestro funcionamiento psíquico. Cada acto es consciente e inconsciente a la vez, desconocemos el verdadero sentido de nuestros actos, los padecemos. Somos ignorantes de importantes deseos que nos manejan.
¿Cuáles son los efectos que se buscan en un paciente mediante el psicoanálisis?
El psicoanálisis no busca nada, es el paciente, el psicoanalizando, el que tiene que aprovechar el producto de la aplicación del método de interpretación sobre sus asociaciones libres para su propia vida, o no. El psicoanálisis hay que pensarlo como una máquina, si el paciente habla, asocia libremente, en transferencia, el psicoanalista, aplicando su formación y el método de interpretación, crea un nuevo sentido, lo que llamamos interpretación, interpreta el deseo inconsciente reprimido que se manifiesta en ese corte de la vida psíquica que nos presenta el sujeto.
¿Cuáles cree que son los autores más importantes en el desarrollo del psicoanálisis después de Sigmund Freud?
Jacques Lacan fue un gran lector de Freud, dejó una obra teórica muy interesante, también es cierto que muchas veces se pierde en el discurso y que no aporta nada que no estuviera ya expuesto en la obra freudiana. Digamos que Lacan trabaja para la transmisión de Freud. Como también otro autor, Miguel Oscar Menassa, que he nombrado anteriormente y que articula la lectura de Freud, Lacan, Marx y la voz de los poetas, dando como resultado la articulación de Poesía y Psicoanálisis, fundamento de la formación en mi escuela, Grupo Cero. Hay otras referencias que para un lector se irán sumando, pero estos son los pilares para situarse en el campo psicoanalítico.
¿El psicoanálisis le ha ayudado a usted personalmente?
Me ha ayudado y me ayuda a vivir, a poner los pies a la altura de los pies, a apreciar los compromisos y el trabajo, la humildad, la importancia de la permanencia. Me sigue enseñando y me mantiene en la cadena humana no como carne, sino como función social, lo que me asegura muchos años de vida.
Finalmente, ¿cree que realmente la teoría que se creó en un principio es representativa de lo que en la actualidad se desarrolla, o esta técnica ha variado y evolucionado significativamente?
El psicoanálisis es muy necesario en la actualidad, como ciencia es una ciencia muy joven, con poco más de un siglo desde su producción. Nos queda un largo camino para estudiar los conceptos, aplicarlos a la población, ver las transformaciones que producen y cómo lo incorpora la vida cotidiana de las personas. Queda mucho, sigue habiendo mucho rechazo a la novedad que nos presenta, que es, fundamentalmente, la sexualidad como motor de la vida y los efectos de su represión sobre la vida de las personas. Hay que ser más humildes y reconocer que para procesar el psicoanálisis quedan varios siglos, serán otros los que verán los efectos de una humanidad psicoanalizada.