GRUPO DE APOYO EMOCIONAL PSICOANALÍTICO

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GRUPO DE APOYO EMOCIONAL PSICOANALÍTICO
GRUPO TERAPÉUTICO DE APOYO EMOCIONAL PSICOANALÍTICO
Este es un espacio de terapia grupal coordinado por la psicoanalista Helena Trujillo.
Te propongo integrarte en un grupo donde podrás hablar de lo que necesita ser expresado en ti con la confianza de no ser juzgado, con los beneficios del apoyo grupal y la tolerancia al tiempo que cada miembro necesita para desplegar sus particularidades.
Desde hace muchos años se ha demostrado la importancia de incluir en los procesos de desarrollo y terapia personal un espacio de trabajo en grupo donde se dimensionen los afectos y los miembros se beneficien de los logros y aprendizajes del resto de miembros.
Para integrarte no es necesario que estés ya en un proceso de terapia individual, es recomendable, pero no impresindible.
El grupo estará coordinado por la psicoanalista Helena Trujillo.
Mejora tu gestión emocional y tu relación con los otros.
La soledad no es buena compañera.
SOMOS ENTRE OTROS.
Horario: Martes de 19:30 a 20:30 hs (hora española)
Precio 200 euros / mes
REALIZAR EL PAGO DE LA MENSUALIDAD
Se desarrollará de forma online a través de zoom, por lo que necesitarás un ordenador o un teléfono con conexión a internet, así como un espacio para hablar libremente.
Una vez realizado el pago, la coordinadora se pondrá en contacto contigo para darte en enlace de acceso al grupo.
POR TU BIENESTAR, TU CRECIMIENTO, AL FIN Y AL CABO: TU SALUD.

¿DE DÓNDE VIENE EL MÉTODO PSICOANALÍTICO DE FREUD?
Tiene su punto de partida en el procedimiento «catártico», un método ideado por Joseph
Breuer. EL procedimiento catártico tenía como premisa que el paciente fuera hipnotizable y reposaba en la ampliación del campo de la consciencia durante la hipnosis. Tendía a la supresión de los síntomas y la conseguía retrotrayendo al paciente al estado psíquico en el cual había surgido cada uno de ellos por vez primera.
Breuer y Freud alegaban que el síntoma representaba una sustitución de procesos psíquicos que no habían podido llegar a la consciencia, o sea una transformación («conversión») de tales procesos, y atribuían la eficacia terapéutica de su procedimiento a la derivación del afecto concomitante a los actos psíquicos retenidos, afecto que había quedado detenido en su curso normal y como «represado». Pero resultaba que en la génesis del síntoma no participaba una única impresión («traumática»), sino generalmente toda una serie de ellas.
¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE EL MÉTODO DE FREUD Y EL MÉTODO CATÁRTICO?
Las modificaciones introducidas por Freud fueron en un principio meramente técnicas; pero acabaron por imponer una concepción distinta de la labor terapéutica. Freud renunció a la hipnosis. Trata a sus enfermos sin someterlos a influencia ninguna personal, haciéndoles adoptar simplemente una postura cómoda sobre un diván y situándose él a su espalda, fuera del alcance de su vista. La sesión transcurre como un diálogo entre dos personas igualmente dueñas de sí. Freud invita a sus pacientes a comunicarle todo aquello que acuda a su pensamiento, aunque lo juzgue secundario, impertinente o incoherente. Pero, sobre todo, les exige que no excluyan de la comunicación ninguna idea ni ocurrencia ninguna por parecerles vergonzosa o penosa su confesión. En su labor de reunir este material de ideas espontáneas, al que generalmente no se concede atención ninguna, realizó Freud observaciones fundamentales luego para su teoría.
¿QUÉ RELACIÓN TIENEN LAS OCURRENCIAS ESPONTÁNEAS DEL PACIENTE CON SU PROCESO PATOLÓGICO?
En el relato de su historial patológico revelaban los enfermos ciertas lagunas de su memoria: un olvido de hechos reales, una confusión de las circunstancias de tiempo o un relajamiento de las relaciones causales, que hacía incomprensibles los efectos. No hay ningún historial patológico neurótico en el que no aparezca alguna de estas formas de la amnesia. Pero cuando se apremia al sujeto para que llene estas lagunas de su memoria por medio de un esfuerzo de atención, se observa que intenta rechazar, con todo género de críticas, las asociaciones entonces emergentes, y acaba por sentir una molestia directa cuando por fin surge el recuerdo buscado. De esta experiencia deduce Freud que las amnesias son el resultado de un proceso al que da el nombre de represión y cuyo motivo ve en sensaciones displacientes. En la resistencia que se opone a la reconstitución del recuerdo cree vislumbrar las fuerzas psíquicas que produjeron la represión.
El factor «resistencia» ha llegado a ser luego uno de los fundamentos de su teoría. En las ocurrencias espontáneas, generalmente desatendidas, ve ramificaciones de los productos psíquicos reprimidos (ideas e impulsos) o deformaciones impuestas a los mismos por la resistencia que se opone a su reproducción. Cuanto más intensa sea la resistencia, tanto mayor será esta deformación. En esta relación de las ocurrencias inintencionadas con el material psíquico reprimido reposa su valor para la técnica terapéutica.
¿CUÁL ES EL OBJETIVO DEL MÉTODO DE INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICO?
Llegar a lo reprimido partiendo de las ocurrencias y deducir de las deformaciones lo deformado. El objeto de la interpretación no son sólo las ocurrencias del enfermo, sino también sus sueños, los cuales facilitan un acceso directo al conocimiento de lo inconsciente, sus actos involuntarios y casuales (actos sintomáticos) y los errores de su vida cotidiana (equivocaciones orales, extravío de objetos, etc.).
No existe ningún otro camino que conduzca a a este fin de llegar al contenido reprimido y liberarlo. La hipnosis encubre la resistencia; oculta así, a los ojos del médico, el funcionamiento de las fuerzas psíquicas. Pero no vence la resistencia, sino que se limita a eludirla, y de este modo sólo procura datos incompletos y éxitos pasajeros.
Puede decirse que el fin del tratamiento es suprimir las amnesias. Una vez cegadas todas las lagunas de la memoria y aclarados todos los misteriosos afectos de la vida psíquica, se hace imposible la persistencia de la enfermedad e incluso todo nuevo brote de la misma.
Cuando el tratamiento no ha sido suficientemente prolongado o no ha alcanzado éxito suficiente, se consigue, por lo menos, un importante alivio del estado psíquico general, aunque los síntomas continúen subsistiendo, aminorada siempre su importancia para el sujeto y sin hacer de él un enfermo.
¿TODAS LAS PERSONAS PUEDEN SOMETERSE A ESTE MÉTODO DE INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICO?
EI procedimiento terapéutico es, con pequeñas modificaciones, el mismo para todos los cuadros sintomáticos, pero su empleo no es, desde luego, ilimitado. La naturaleza del método psicoanalítico crea indicaciones y contraindicaciones, tanto por lo que se refiere a las personas a las cuales ha de aplicarse el tratamiento como el cuadro patológico. Para que el tratamiento tenga amplias probabilidades de éxito, debe también reunir el sujeto determinadas condiciones. En primer lugar, debe ser capaz de un estado psíquico normal. Deberá poseer asimismo un cierto grado de inteligencia natural y un cierto nivel ético. Las deformaciones graves del carácter y los rasgos de una constitución verdaderamente degenerada se hacen sentir durante el tratamiento como fuentes de resistencias apenas superables. La constitución pone, pues, en esta medida un límite a la eficacia de la psicoterapia.
El número de personas a quienes puede aplicarse el método psicoanalítico es extraordinariamente amplio, y muy considerable también, según las afirmaciones de Freud, la extensión de nuestro poder terapéutico.