La salud mental es una cosa muy seria

La salud mental es una cosa muy seria

Hay un dicho en España que dice: “Sólo te acuerdas de Santa Rita cuando truena“, eso le pasa a muchísimas personas que todavía no entienden que la salud mental es cosa de todos y tenemos que hacer un trabajo para producirla.

¿Salud es la ausencia de enfermedad? ¿Tenemos problemas de salud mental cuando hay un diagnóstico: depresión, ansiedad, …? Hay otra concepción de la salud y depende de un trabajo, no hay salud previa. Salud es la capacidad de amar y trabajar, es decir, la capacidad de un sujeto de poner su energía psíquica y, con ello, su trabajo, su deseo, en algo que esté fuera de él y, con ese gesto, produce algo que no había previamente y que pueden gozar otros. Esa es la fuente de la vida humana.

Los animales viven guiados por sus instintos de supervivencia, no tienen noción de su mortalidad, sólo están comandados a satisfacer sus instintos de hambre y reproducción. Los humanos provenimos de esa misma cadena animal, pero disponemos de una estructura que nos hace sociales y nos permite vivir más allá de la satisfacción de las necesidades, se crea en nosotros el deseo, un más allá.

Para humanizarnos necesitamos de otros que antes que nosotros hayan sido previamente humanizados, ellos tendrán el papel de padres o cuidadores, sobre ellos se estructurará nuestro aparato psíquico y nuestra relación con el mundo. Esos primeros humanos nos sirven para activar nuestra máquina de desear, pero luego tenemos que ir aceptar límites y establecer nuevas relaciones con otros humanos y con otros ámbitos más allá del familiar. Este complejo desarrollo sobre el que monta nuestra vida nos depara múltiples fuentes de insatisfacción cuando no somos capaces de adaptarnos, de comunicarnos, de aceptarnos entre otros.

La salud es una producción porque es un estado nuevo donde nos constituimos como sujetos del lenguaje, deseantes, entre otros seres deseantes y con ellos tendremos que aprender a relacionarnos, acordar pactos simbólicos, establecer proyectos con los cuales alcanzaremos la satisfacción de nuestros deseos, que no serán ser igual a sí mismo, como ya fuimos, sino ser otro entre otros.

LA SALUD MENTAL TE INTERESA PORQUE TODAVÍA NO CONOCES EL PODEROSO INSTRUMENTO QUE POSEES: TU INCONSCIENTE. HAY QUE PRODUCIRLO, HAY QUE INTERROGARSE, HAY QUE COMENZAR A HABLAR.

Comienza tu verdadero viaje y produce esa persona que puedes llegar a ser si haces el trabajo, si toleras decir aquello que todavía es desconocido para ti, pero que te gobierna. Lo que pareces, no eres. Produce una vida que no necesite de la enfermedad para expresar sus contradicciones.