MENTIRAS PIADOSAS

MENTIRAS PIADOSAS

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¡Qué hombres, nuestros hombres!
Los mantienen a fuerza de mentiras,
Siendo que andan hambrientos,
Faltos de carne y pan,
y dejan este mundo, al que cargan de frutos,
Sin poder verlos en la mesa propia
ni siquiera una vez.


Nazim Hikmet
“Tus manos y la mentira”

Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula
y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.

Diderot

Y la verdad, querida, no anida ni se descubre por ningún sitio,
a menos que en el centro del sitio, haya un sujeto.
Un sujeto totalmente atado a la próxima palabra.


Miguel Oscar Menassa

CUANDO DIGO LA VERDAD

Cuando digo la verdad
no tengo tanto éxito
pero triunfar, triunfo siempre
pero mucho más si miento.

Y, así, mentira a mentira
voy viviendo mi presente
y, así, mentira a mentira
voy labrando un porvenir.

Y los besos que consigo
cuando sigo una mentira
tienen siempre más pasión
que los besos verdaderos.

Y si hablo del dinero
que me pagan o consigo,
la verdad siempre me quita,
la mentira me da siempre.

Se dice que los niños
si mienten por vez primera
han alcanzado, se dice,
el pensamiento simbólico.

Y cuando los adultos
son siempre tan verdaderos
vivir, viven en la tierra
pero muy lejos del mundo.

Miguel Oscar Menassa

En La moral sexual y la nerviosidad moderna, Freud da un tirón de orejas a nuestra sociedad, una sociedad que tolera esta doble moral no puede superar cierta medida, harto limitada, de «amor a la verdad, honradez y humanidad», y ha de impulsar a sus miembros a ocultar la verdad, a pintar las cosas con falsos colores, a engañarse a sí mismos y a engañar a los demás.

Los impulsos sexuales del hombre no tienen originariamente como fin la reproducción, sino determinadas formas de la consecución del placer. Así se manifiestan efectivamente en la niñez individual, en la que alcanzan tal consecución de placer no sólo en los órganos genitales, sino también en otros lugares del cuerpo (zonas erógenas), y puede, por tanto, prescindir de todo otro objeto erótico menos cómodo. Mucha parte de las energías utilizables para la labor cultural tiene su origen en la represión de los elementos perversos de la excitación sexual. Las exigencias culturales han de ser reconocidas como una fuente de dolor para cierto sector de la Humanidad.

Una de las más evidentes injusticias sociales es la de que el standard cultural exija de todas las personas la misma conducta sexual, que, fácil de observar para aquellas cuya constitución se lo permite, impone a otros los más graves sacrificios psíquicos.

La «doble» moral sexual existente para el hombre en nuestra sociedad es la mejor confesión de que la sociedad misma que ha promulgado los preceptos restrictivos no cree posible su observancia.

Igual que este engaño que nos impone la cultura, esta doblez, pensar que existen los fenómenos traumáticos y que son ellos los responsables de los síntomas es mentira, Freud se da cuenta que no es porque alguien quiso violarme cuando era pequeña, o que mi madre me pegó porque yo era fea…, el trauma de todo ser humano es hablar. La enfermedad del ser humano es que goza y muere, es un sujeto del lenguaje. Por lo tanto, si acepto como enfermedad que voy a morir y que voy a gozar, no tengo necesidad de enfermarme de otras enfermedades.

El hombre escapándose de su propio goce y de su propia muerte, enferma de neurosis, de psicosis, de perversión, de enfermedades psicosomáticas, de enfermedades funcionales…
Cuando digo la primera mentira, dice Freud, cuando digo el perro hace “miau” el lenguaje está incorporado en mí. Toda sinceridad que dura es mentira. Toda justicia que dura es injusticia.

Y en el amor, en el trabajo, si queremos ir con la verdad por delante, somos neuróticos. La verdad es una construcción, no es eso que creemos. Eso que tanto defendemos es un espejismo.

Mujer Joven Prado Mentir - Foto gratis en Pixabay - Pixabay

Siempre mentí, querida, siempre engañé, nunca dije, exactamente, una verdad, a nadie. Ni a mi madre, ni a Dios. Y si ahora quieres que te diga la verdad te la digo: He mentido siempre.
Y no puedo ya sino mentir.

Por ser sujetos del lenguaje estamos determinados por las palabras, nunca vamos a poder reproducir lo que pasó, porque lo que pasó, pasó, decirlo es hacer que pase y ya es otra cosa.

La verdad no es adecuación, no es relación, no es revelación que surge ahí, porque nunca surge, ni siquiera cuando se termina un análisis completo, porque es relativa. Ni tampoco es el acuerdo con un sistema, sino que verdad, redefinida desde las construcciones en psicoanálisis, es proceso. La verdad es trabajo.

El psicoanáilsis es una disciplina que tiene mucho que decirnos sobre nuestra verdad, sobre la verdad. Estamos acostumbrados a un concepto de verdad única “yo tengo la verdad”, “esta es la verdad”, y el psicoanálisis nos dice que uno desconoce el verdadero motivo de sus acciones. Creo que fui infiel porque me gustaba ese hombre, pero en realidad, estuve con ese hombre porque era el hombre del que más veces me hablaba mi marido y, además, me daba detalles de su vida sexual. ESto aparece en la película ¿Infidelidad? de Miguel Oscar Menassa. Que trabaja estos aspectos de las relaciones interpersonales.

Cuando ella me besaba, en realidad besaba la imagen que yo proyectaba, amándome, sobre ella.

La falsa creencia-tendencia a decir la verdad, ser sincero, ajustarse a los hechos, ceñirse a las palabras, es una tendencia agresiva. La verdad es una construcción nos tiene que determinar el proyecto, ningún recuerdo encubridor.

-Hay tres clases de mentiras: La mentira, la maldita mentira y las estadísticas. (Mark Twain)

-Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad. (Paul Joseph Goebbels) Creo que esta la aplican bien los medios de comunicación, sometidos al poder de unos determinados intereses manipulan la opinión de las masas.

¿AMO LA VERDAD?

Amo la verdad,
las oropéndolas que adornan los árboles de la mirada,
los estandartes abatidos por los desencuentros
en senderos deshabitados por el amor.
Soy el bufón que se burla de las evidencias,
el que funde sueño y realidad e inventa los colores,
el que dibuja los perfiles del hombre que nunca será
y rompe la alegría cuando escapa del recuerdo.
Soy un ángel que no encuentra su cielo,
que abanica con su verbo de suspiros
los rincones abandonados del canto.
¿Amo la verdad?

Helena Trujillo

Mentiroso Mentir Verdad - Gráficos vectoriales gratis en Pixabay - Pixabay

CUANDO QUIERAS ENGAÑAR

Cuando quieras
engañar a tu hombre
marido o concubino,
recuerda la frase
de aquel general
que escapa de la guerra
para poder amar
y mientras él
rodaa por el suelo,
abrazado a una
desconocida,
dos mil soldados murieron
porque su general
estaba por el suelo,
jugando como un niño
con la mujer espía
que le habían enviado
para que el general
no llegara a la batalla.

“¿Tiene algo que decir?”
dijo el supremo juez.
Militar y militar
se miraron a los ojos
y nuestro general
dijo en voz alta:
“Hay cosas que no se hacen
y si se hacen no se dicen
y si alguien me tortura
como usted quisiera hacer
algo diré, algo diré,
pero los detalles
nunca contaré”.

Así, querida mía,
si me quieres engañar
debes comprarte
un teléfono celular
para poder llamarme
y decirme tonterías
y yo no pueda saber
en dónde carajo estás.

No te doy estos consejos
sólo por tu libertad
también a mí me gusta
liberarme en soledad.

Miguel Oscar Menassa

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