PRESENTACION DEL LIBRO CAMINO DE TUS LABIOS DE HELENA TRUJILLO
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PRESENTACION DEL LIBRO CAMINO DE TUS LABIOS DE HELENA TRUJILLO
Deseo agradecer a todos los que compartieron conmigo la alegría de entregar al mundo estos frutos.
En primer lugar al artífice, al maestro, al muso que alienta el trabajo de la creación, el que, con 80 maravillosos años, sigue liderando un grupo histórico, el Grupo Cero, un movimiento científico-cultural tocado por la poesía y el psicoanálisis como fundamentos. Miguel Oscar Menassa, al que ningún obstáculo le ha valido para detenerse, al que hace piruetas para que la fuerza de la destrucción sea puesta al servicio de la vida, al que mejor tolera las diferencias y al que se alimenta del crecimiento de los otros, del que tomamos de la savia para alimentar nuestros brotes.
A Norma Menassa y mis compañeras y compañeros en la poesía, por haber tolerado mi impaciencia, por haber puesto sus versos y los de otros para que se alimente esta joven poeta, por estar ahí, en esta fuerza que nos encamina a seguir leyendo, escribiendo, difundiendo y trabajando para que la vida no se quede en vida, y sean huellas de lo que el Grupo Cero enseñó a la humanidad.
A todos y para todos.
Disfrutando del momento, les invito a leer el libro, Camino de tus labios que pueden comprar en www.editorialgrupocero.com y que la gentil gerente de la editorial Grupo Cero, trabajadora fundamental para que nuestra poesía adquiera materialidad de papel, Carmen Salamanca, que ayer también festejaba su cumpleaños.
A por el tercero.
PRESENTACION DEL LIBRO CAMINO DE TUS LABIOS
DE HELENA TRUJILLO por Norma Menassa
Editorial Grupo Cero – Colección Poesía 2001
Portada y dibujos interiores de Miguel Oscar Menassa.
Cada cual tiene derecho a vivir el relato de su vida en función de su tiempo, pero ese relato, si es que se consigue, no arraiga en otra parte más que en la escritura.
Habrá transformación de un mundo observado en un mundo escrito, un realismo jugado en un nuevo orden lógico que transformará lo particular en un universal y este universal lo hará formar parte de la historia.
Quien escribe se vuelve otro para ese otro en que debe convertirse quien lee.
Entre ambos entre el lector y el autor se instala una regla de un aislamiento y de anonimato irreversible, desaparecen las personas y se penetra en un ámbito dentro del cual todo vuelve a ponerse en cuestión, no se trata ni siquiera de ellos, sino que se trata de todo el lenguaje enfrentado con la propiedad inalterable de todo ser humano, su temporalidad.
Hoy vamos a presentar un nuevo poemario, su autora es Helena Trujillo Luque, que transita un nuevo camino después de Aprendiendo a Volar, su primera publicación, y era de esperar este segundo vuelo que la llevó hacia el “Camino de tus labios” donde entre verso y verso reunió 50 poemas que compuso en tres apartados: Sinceramente creo,-Entre Artificios y Que alegría Vivir-
Rodeada de poetas, la lectura de la poesía fue la principal participante de esta aventura de la que surgen nuevas formas que ahora le pertenecen y que nos enseñan de qué manera una voz puede apropiarse de otras voces y luego más allá de ella misma, ubicarse en un tiempo que salta sobre lo profundo y lo invisible, y se hace parte de una respiración que humedece de humanidad lo que cotidianamente circula.
En este poemario, la autora proyecta su visión poética desde ángulos distintos, y las formas que usa evolucionan para arrojar distintas luces que vuelven a encontrarse en un mundo totalmente coherente y muchas veces incoherente como sucede en cualquier mundo donde hay vida.
Su poesía tiene diferentes aspectos que se hacen solidarios en el libro. Son tres apartados que se juntan y conjuntan, el primero lleva el título de “Sinceramente creo” que comienza con un juego de artificios donde una noche, antes de apagar la última estrella, te escondiste, busqué uno tras otro los servicios postales para enviarte frases sin remitente, y a partir de allí entra en un juego de ficciones donde los atisbos de lo cotidiano cercan un relato en el que las escaleras se pararon un momento, un escalón y una mirada inesperada donde el escalón primero y el último acorralaron al especialista en medio de un revuelo donde los sombreros, asombrados por la caída del sol, se subieron encima de las cabezas sin alcanzar ningún alumbramiento.
Y estos dos niveles del espacio vuelven a asomarse en sus poemas donde dice, tú dormido en la litera de arriba con tus despertadores de aguacero, enfriando las cálidas temperaturas de la noche. Yo bajo las enredaderas, escalando paredes de algún crimen salpicado de amor. Los habitantes de las piedras giraron sus retorcidos rostros, y el mar se asoma escapando de una historia de mar no presentida, la vida es este inmenso azul, sin base a tierra, sin voces que acompañen ningún nacimiento, sólo esta caverna que se sumerge para fundirse y temblar, sinceramente.
De Creer sinceramente pasa a decir que hay un devenir de seres que quieren alterarme, pero solo escucho ese latido persistente de una lluvia escondida y se rompen las cadenas en una intención de separarse de ellos ya que es preciso partir hoy mismo. Escapé sin equipaje aligerando los encuentros.
Y otra vez el mar le marca el rumbo escuchando las olas que a lo lejos la llamaban silbando como aves en busca de su sino.
Después el segundo apartado se desliza Entre Artificios, que es el nombre del apartado y dice: entre artificios surge el viento que borra la memoria, y en la ciudad del no reclama a la ciudad que hable, que hable esta tierra de oportunidades, que confiese cómo acalla a sus poetas.
Una locura de amor la tumba sobre el invento del amor, separo mi piel de las vísceras, me desubico, renuevo coordenadas. Y bajándose de la cumbre se encuentra con la realidad, “No existen guardianes, solo el práctico escalpelo que divide las capas como gajos de pensamiento”.
En plena captura dice: Cuando el amor juega sus dados, me gusta traicionar lo perdido. Juego a los dados del destino, su tabla de estrellas carece de números.
En el tercer apartado que se llama Qué alegría vivir vuelve a encontrarse y perderse entre incertidumbres y certezas, “subir en ascensor hasta unos hombros y desprender mi olfato hacia la suma.” y entra en un desvarío de dedos torcidos sobre cruces, una larga fila de etcéteras, para partir siguiendo una quimera hacia el camino de tus labios, sin saber que nombre cambia el ángulo, esta distancia insoportable dice que somos diferentes.
Un anhelo de vida que se sueña, es un verso silencioso que no se satisface, la oscuridad no acaba la noche, la tarde se detiene en cada boca, vacía de tanto reclamar. Y susurrando al crepúsculo las últimas palabras, detenidos en secos paisajes, conversamos esperando conmover las lágrimas que fabrican los olvidos.
Una poesía fresca ligera, nutrida de imágenes y situaciones donde la tragedia se transforma en una sonrisa o en una sentencia amigable, y donde lo trágico es tan sólo una aproximación a la realidad.
Felicitaciones por el libro que pones en el mundo, son 50 golondrinas que saben el camino y que se echan a volar con una particular forma de existencia. Gracias.