PRESENTACIÓN DEL LIBRO de Miguel Oscar Menassa “Entrevistas 2002 por Carmen Salamanca”

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PRESENTACIÓN DEL LIBRO de Miguel Oscar Menassa “Entrevistas 2002 por Carmen Salamanca”
22 de febrero de 2020 en la sede Grupo Cero de Madrid
Carmen Salamanca y Miguel Oscar Menassa abrazados a un micrófono nos invitan a descubrir la esta escritura materializada 18 años después de aparecer en la revista digital Indiogris. La que era por entonces secretaria de redacción de la revista Las 2001 noches, ahora directora, y gerente de la editorial Grupo Cero, Carmen Salamanca, interroga, consulta, provoca al pintor, al poeta, al psicoanalista que, frente al lienzo en blanco, se anima a discurrir con libertad sobre aspectos de su propia vida y de la realidad que se dibuja a través de los medios de difusión.
Las cobardías siempre se pagan caras, dice Miguel Oscar Menassa en una de sus entrevistas y no será él, sin embargo, cobarde en su arrojo. Nos encontramos ante un autor que ha publicado unos 60 libros, de diversos géneros, además de haber iniciado un movimiento científico-cultural que se mantiene en plena vigencia 50 años después de su primer manifiesto. Ha fundado y dirige la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero. Es un pintor fecundo, padre de 6 hijos, abuelo y bisabuelo, guionista, letrista de canciones, actor y director de cine, cantor, apasionado del juego desde su juventud, médico y psicoanalista en ejercicio a sus casi 80 años.
Menassa es un personaje de novela, un espadachín, un pícaro y locuaz atleta del verbo, un maestro que se mueve en la baraja del tiempo avivado por las inteligentes preguntas de Carmen Salamanca. Las entrevistas son, sin duda, un descubrimiento. Las respuestas nunca son las esperadas, no hay clasicismo en sus palabras, son iluminaciones a la oscuridad de los prejuicios y las balanzas sentimentales que, con tanta frecuencia, dirigen la vida de las personas.

Con sus experiencias, hechas ya ejemplos didácticos, nos recuerda Menassa que nada viene dado para el hombre. Los padres los fabrica uno eligiendo las frases que nos llevarán a vivir de una u otra manera. Si Freud nos decía que se comienza cediendo en las palabras y se acaba cediendo en los hechos, Menassa dice que “no hay que pensar con la cabeza, en tanto ahí todos somos débiles mentales, el psicoanálisis nos enseña a pensar con los pies, lo cual quiere decir que se trata de pensar caminando, es decir pensar haciendo, trabajando”.
Si algo le caracteriza en su trayectoria es la energía con la que materializa cada acto. Declarado poeta desde su niñez, no adolece de anécdotas que han ido curtiendo los valores que luego el psicoanálisis y el marxismo pulirían con sus teorías. “Con 14 años conocí a Freud leyendo Psicología de las masas y análisis del yo, me llamó la atención que tan claramente en 1921 hablara de lo que pasaba en mi barrio. Luego me pasó leyendo a Marx, explicaba que las relaciones eran asimétricas, siempre había alguien que vivía del otro”. Aferrado a esos pilares de vida no podía irle mal.
Con las mujeres siempre ha tenido una estrecha relación. Con su madre y las vecinas, enamoradas del pequeño Miguelito y sus rizos dorados. Con las amigas de su hermana, ávidas lectoras, que le estimularían a leer para poder conversar con ellas. Su primera experiencia con la prostitución fue a los 14 años con Beatriz: “Ella se enamoró de mí, ¡pobre de mí! Yo me ocupaba de ella, le llevaba medicinas para el hijo, para las compañeras, fue por esa relación con esa chica que yo seguí medicina. Nunca me acosté con esa chica. Yo estaba totalmente enamorado, hasta que ella me amenazó con dejar la prostitución.” Hasta fueron ellas las que le llevaron al diván. A los 18 años fui al psicoanalista porque dos mujeres se querían casar conmigo, no juntas, cada una se quería casar conmigo. “Yo, cobarde, solamente fui con las mujeres, porque si les dices una vez que no, no te utilizan más. Yo ahí tengo una cobardía, prefiero seguir siendo utilizado”.
Publica su primer libro en 1961 Pequeña historia, que pone la primera piedra de esta gran historia que se ha ido tejiendo. Desde entonces no ha dejado de publicar, creando con la articulación de prácticas un movimiento libertario donde la poesía y el psicoanálisis son instrumentos de conocimiento y hacen del trabajo el fundamento de la vida del sujeto, un sujeto grupal, única manera de revolución en nuestro tiempo. En el libro Salto Mortal en 1977 dijo: Si me preguntan quién soy, diré que soy una serie de personas, una especie de grupo, una masa amorfa de deseos para la muerte. Menassa es un Freud para nosotros, su vida que es escritura, indicándonos caminos posibles de ser recorridos. El que repita lo hecho jamás la alcanzará.
Las interlocuciones dominicales nos muestran su manera de escuchar, siempre tiene en cuenta quién pregunta, a veces la entrevistadora, a veces la secretaria de redacción de Las 2001 noches, a veces la colaboradora, a veces una mujer, a veces una periodista. “Yo en mi vida nunca entendí por qué estaba donde estaba, nunca, entonces decidí ya no entenderlo. El hombre –dice- no puede inventar la vida, la vida la inventa la escritura y, después, el hombre trata tímidamente de vivirla”.
En las casi 250 páginas del libro, vemos a un hombre feliz, sin rencor, sin sufrimiento por lo dejado atrás y no ha sido poco para un poeta que en Buenos Aires ya había generado un camino y era reconocido por grandes poetas. En Madrid tuvo que empezar de cero y la decretó la patria del poeta. “La gente quiere sufrir, ambicionar lo que no puede. Me pongo a pintar pero no me alcanza, no gozo. ¿Sabe por qué no gozo? Porque no me parezco a Dalí, no me parezco a Dalí, y sufro y sufro.” “Una cosa es pensar que el hombre sea esa insatisfacción, sea esa poquedad, en tanto muerto desde que nace, pero el hombre también encuentra sus satisfacciones. Cuando el hombre encuentra alguna satisfacción yo no digo que se duerma ahí, pero sí que la goce.” Eso es lo que pasa cuando estamos ante una creación de Menassa, uno quiere quedarse ahí, cerca de ese hombre que espera de nosotros que seamos otro hombre, otra mujer gozando.
“El verdadero creador dice algo y hace algo que el Estado, que la universidad, que la policía de derechas, de izquierdas, no pueden reprimir, porque no se dan cuenta de lo que es, un mensaje bien dirigido sólo lo entiende aquél al que está dirigido. Si usted escucha un poema, nunca más pude dejar de escuchar poesía. Una persona seminormal, semisana, quiere repetir esa humanidad”.
“Es muy interesante la vida de un creador, porque quién te va a querer si no te puede poseer. A mí no me quiere ni aquél al que le doy de comer. Quién me va a querer si no me puede poseer”. Grupo Cero es una máquina productora de creadores. “Estamos inventando un tipo de creador muy interesante, son creadores de la realidad. Si no tienes trabajo no puedes ser creador en el Grupo Cero. Nosotros sólo sufrimos para trabajar en la producción de dinero, se acabó nuestros sufrimiento. Hacemos el amor contentos, pintamos contentos, escribimos contentos, publicamos libros contentos. Cuando uno pone la vida en algo es muy difícil que salga mal”.
“El Grupo Cero tiene pensamientos, arriesga ideologías de vida, te recomienda una sexualidad más amable en el sentido de que te hace extensa la sexualidad, te la saca del cuerpo, te la pone en el mundo y en el mundo está tu cuerpo”. “¿La felicidad? El problema es que un hombre feliz quiere más, un hombre feliz no se conforma con lo que tiene, quiere más. No es que el que es feliz se va a conformar con la felicidad para él, va a querer felicidad para el resto del mundo”.
¿Un libro de texto? Podría serlo. ¿Una novela? Hay pasajes donde uno parece entrar en una trama de ficción. ¿Un libro de psicoanálisis? Sin duda para un psicoanalista su lectura es fundamental para entender la escucha poética y la posición de un hombre de su tiempo para poder la interpretación psicoanalítica. Un escritor que sigue en producción y al que hay que leer si queremos saber algo de la vida que vivimos.
“Yo era un niño y me trataban como a un hombre. Siempre me pasó así. Así que cuando cumpla 130 años ya el mundo me va a tener que tratar de manera diferente, porque algún reconocimiento me tendrán que dar”. Un año de festejos por los 80 años de Menassa, un reconocimiento a esta escritura, a esta producción poética en sus vertientes, una buena forma de festejarlo es la lectura de este libro, estas conversaciones llenas de humanidad y sabiduría para el futuro de los hombres.
Gracias Miguel Oscar Menassa y Carmen Salamanca por haber hecho escritura de aquellas palabras que ahora son historia del Grupo Cero. “Si no estamos solos, si no somos únicos, entonces cada triunfo de la poesía será un triunfo de todos los hombres y cada derrota de la poesía será una derrota de toda la humanidad”.
Helena Trujillo Luque