Sistema inmune y Covid-19
By: admin
Sistema inmune y Covid-19
Nuestro organismo posee un sistema inmune que nos puede ser de gran ayuda para hacer frente a la pandemia. Que dicho sistema esté en óptimas condiciones para que pueda llevar a cabo sus principales funciones, como es mantener a raya cualquier amenaza que nos llegue del exterior, es una de las claves.
La población tarde o temprano va a tomar contacto con el nuevo germen, el virus COVID-19. La gran mayoría con más o menos intensidad supera el cuadro casi de forma asintomática. Otros tendrán síntomas débiles o imperceptibles. Otro grupo tendrá fiebre, tos seca, postración, cansancio, necesitará cama sin necesidad de utilizar recursos de alta complejidad, en su casa o como mucho dada su edad o patologías de base oxigenoterapia y medicación base.
Si nuestro sistema inmune es fuerte, nuestra salud es fuerte frente a agentes biológicos (virus, bacterias), frente a tóxicos medioambientales, frente a transformaciones celulares que pueden derivar en célula tumoral.
¿Qué es la salud?
Según ciertos organismos internacionales, el completo bienestar físico y psíquico, la ausencia de enfermedad y dolor, la armonía de cuerpo y mente. Si salud fuese la ausencia de enfermedad, estaríamos dando por hecho que salud y enfermedad son lo opuesto, los contrarios, pero sabemos que lo opuesto a la enfermedad es la sanidad (es decir, la prevención de lo infecto-contagioso) .
La salud no es lo opuesto a la enfermedad.
Sabemos que sin una cierta cuota de displacer no hay aprendizaje, que sin una cierta cuota de angustia no se alcanza el deseo, y que el dolor como el miedo son preventivos, ante situaciones de peligro, esto no quiere decir que no haya que atender a lo álgico y mitigarlo, pero una cuestión es que las utopías sean utopías y otra que no sean necesarias para seguir creciendo y no hay crecimiento del sujeto sin dolor.
Armonía perfecta y completo bienestar sabemos que no existen (no hay objeto que acabe con el deseo, ni el dinero, ni el poder, ni…. pueden agotar el deseo).
Si la salud fuese el completo bienestar, quedamos condenados a una queja y lamento continuo.
La mirada médica, puede restituir el estado sanitario previo al enfermar, pero no alcanza la mirada médica cuando hablamos de salud, aquí debe entrar necesariamente en juego la escucha analítica.
Recomendaciones para afrontar esta situación de alerta sanitaria por Covid-19:
- Detoxificar y limpiar. Ayudar a los mecanismos habituales del cuerpo a eliminar factores que impiden que nuestras defensas avancen y actúen. Ayudar al hígado (hepatoprotección). Prevenir realizando una dieta adecuada: dieta antiinflamatoria.
- Apoyar al sistema inmune. Facilitando su capacidad oxidativa frente a agentes virales. Todo los productos antivirales que se conocen comenzando por dosis adecuadas de vitamina C, separada en el día, de alta calidad. Unos les valdrá oral, pero para otros necesitarán dosis farmacológicas endovenosas. Hay que tener experiencia clínica para ello. Usar la Ozonoterapia. Ya hay numerosos estudios en todo el mundo que están aplicando ozono medicinal especialmente en la forma más segura de sueros ozonizados. Se están realizando con datos alentadores estudios clínicos autorizados. Nuestro grupo participa en ellos debido a la experiencia acumulada y la formación adquirida.
Numerosos sustancias naturales ofrecen apoyo al sistema inmune sin forzarlo sin crear efectos secundarios. Tenemos la experiencia y la capacidad para indicar y prescribir dichas sustancias como vitamina D3, zinc que mantenga una buena relación con cobre, betaglucanos, probióticos, regular el sueño… - Reducir estrés, potencia la capacidad y defensa mental. Resilencia. Son numerosos los estudios que relacionan esta capacidad innata humana frente a la adversidad. Es una cualidad que posee todo el mundo y que necesitamos y necesitaremos potenciar. Volver a situarnos significa resilencia. Tener un adecuado estado de ánimo favorece al sistema inmune. El psicoanálisis es el método más efectivo para desarrollar una completa salud psíquica.
En psicoanálisis la escucha del psicoanalista es un elemento fundamental: hasta tal punto que se dice que es la escucha la que funda el habla; ¿esto qué quiere decir? Que como el paciente se siente escuchado, no se siente juzgado ni condenado, al psicoanalista nada de lo que dice le molesta, ni le escandaliza, ni le asusta… El paciente se siente con la libertad de decir lo que se le ocurra, pierde el temor a expresar sus fantasías más inconfesables, sus deseos, sus temores. Y solo esto, ya lo empieza a mejorar, porque no hablar nos lleva a actuar en el cuerpo. Aquello que no podemos decir con la palabra, lo expresamos a través de la enfermedad: empezar a hablar es empezar a curarse.
No sólo se lucha contra el virus combatiendo la enfermedad cuando aparece sino también, y sobre todo, evitando el contagio. Y, para protegerse de este y de otros virus, tener un sistema inmune a punto es fundamental.
La COVID-19 ha puesto en el punto de mira la importancia de tener un buen sistema inmune que nos defienda de posibles virus e infecciones.
La falta de actividad física, la ansiedad o una dieta inadecuada, junto con una mala actividad del sueño y otros hábitos y factores inherentes al individuo, como la edad o enfermedades que pueden hacer que esté inmunodeprimido, pueden generar que el sistema inmune no esté preparado para las agresiones del exterior.
“El sistema inmunitario está regulado por la Vitamina D, una vitamina de la que un 80% de la población es deficitaria”. El papel de la Vitamina D, el Zinc y el Selenio como moduladores de la respuesta inmune es esencial. El selenio ayuda a modular el sistema inmunitario y a reducir la inflamación crónica de bajo grado. El Zinc inhibe la replicación viral y regenera las mucosas.
El 90% de las células del cuerpo humano son células bacterianas. La flora o microbiota intestinal es el conjunto de organismos vivos, en su mayor parte bacterias, que habitan en nuestro intestino. El tracto gastrointestinal está poblado por hasta 100 millones de células bacterianas, que conviven en armonía con su hospedador humano. Cuando ese equilibrio se rompe, el primero en sufrir es el sistema inmunitario.