LA ANGUSTIA, ¿QUÉ ES Y DE DÓNDE VIENE?
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LA ANGUSTIA, ¿QUÉ ES Y DE DÓNDE VIENE?
POR AMAR Y POR SALUD, NUEVO PODCAST DE BIENESTAR Y SALUD MENTAL CON HELENA TRUJILLO
La angustia es una de las problemáticas psíquicas más acuciantes y paralizantes para las personas. Te explicamos de dónde viene la angustia y por qué hay que tratarla con psicoanálisis.
“La angustia, la tristeza, a veces el dolor, no son sino condimentos normales de toda vida interesante, de todo momento de creación, pero también la tristeza, la angustia, el dolor lleva en ocasiones a la mutilación, a la enfermedad, a la muerte”.
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Una persona angustiada es una persona que puede hacer muy pocas cosas, si además tiene la capacidad de tener ataques de angustia, quiere decir que no solamente durante todos los días de la semana hace mal todo sino que uno o dos días por semana lo hace peor, son enfermedades mutiladoras, como para ser tenidas en cuenta como enfermedades.
¿En qué se diferencian la angustia y la ansiedad?
Hablamos de ansiedad cuando el malestar o displacer psíquico se siente sólo en el psiquismo, no tiene trastornos corporales. Muchos padecen de ansiedad. ¿Quién tolera bien la incertidumbre? ¿Impacientes en la sala, seguro que muchos? El ansioso, la mayoría de las veces, prefiere concluir rápidamente las cosas para no sentir ansiedad, o directamente no iniciarlas. Es como una actitud vital, un cierto apuro por vivir, como si se fuera a acabar la vida rápido, a veces es más insoportable a veces que la angustia. Quiero tener todas las respuestas, todas las soluciones, no tolero las dificultades.
La angustia es señal de un peligro, un deseo inconsciente que el sujeto no puede elaborar psíquicamente. Hacer como que no nos pasa nada, nos lesiona, nos lastima. El sujeto habla, y no sólo habla con las palabras, habla con sus acciones, sus gestos, sus olvidos, sus dolores, sus inhibiciones, sus síntomas. Si no me pongo en el centro de la cuestión, no hay cuestión.
Freud en su investigación sobre los procesos psíquicos y los síntomas descubre que hay dos grupos fundamentales de procesos: las neurosis actuales (neurosis de angustia, neurastenia y la hipocondría), que están en relación con la sexualidad actual, es decir, con la gestión que hace de sus excitaciones psíquicas, y otras que son las neurosis de transferencia (histeria, neurosis obsesiva y neurosis narcisistas) que están en relación con la sexualidad infantil del sujeto, es decir, con la inscripción actual de los deseos sexuales infantiles y reprimidos.
En las neurosis de angustia dice Freud que los síntomas se caracterizan por la naturaleza tóxica que se asemeja a cuando uno se intoxica. Freud discrimina los síntomas de las neurosis actuales, que no tienen historia sexual infantil reprimida.
La angustia se va a manifestar por síntomas corporales que a veces se dan juntos o por separado: opresión precordial, alteración del ritmo respiratorio o del ritmo circulatorio, sensación de ahogo, mareo. El paciente muestra un estado de excitabilidad general y sensibilidad ante los estímulos auditivos. La espera angustiosa es común como si estuviera esperando siempre una mala noticia, una visión pesimista de las cosas. También puede darse como ataques de angustia, con síntomas tan varios como: perturbaciones de la actividad cardíaca, perturbaciones de la respiración, ataques de sudor, temblores, convulsiones, ataques de bulimia, vértigos, diarreas.
Ciertos miedos inconscientes permanecen sin que uno se de cuenta, sólo los síntomas nos avisan de esas manifestaciones infantiles que hay que actualizar en el trabajo terapéutico.
El neurótico se diferencia de la persona normal en el hecho de intensificar exageradamente sus reacciones. La persona angustiada es como si no pudiera con ciertos aspectos de su vida, se paraliza ante ciertos deseos. La angustia es el afecto por excelencia. Ha sido estudiada por la filosofía, la teología y las ciencias del hombre en general.
La angustia generalmente no se siente como tal, sino que se manifiesta en la dificultad para hacer las cosas que uno debe hacer y que haría de no estar angustiado/a. La persona angustiada muestra un estado de excitabilidad general y sensibilidad. También puede manifestarse como ataques de angustia
Muchos adultos no consiguen superar el miedo a la pérdida del amor, no se hacen nunca independientes del amor de los demás y continúan en este aspecto su conducta infantil.
La angustia no es el resultado de la represión del deseo, sino una defensa. El miedo a decepcionar, compararse continuamente o un temor a que las cosas no le vayan bien, denotan una incapacidad para gestionar la energía psíquica, inmadurez psíquica.
Si te has sentido identificado/a en estos síntomas, puede que estés manifestando angustia y necesitas ayuda profesional para hacerle frente. Tenemos una gran experiencia en el tratamiento de estos síntomas, conseguimos que las personas que nos consultan puedan vivir de forma satisfactoria sin fármacos.